dilluns, 26 de març del 2012

ΤΑ ΚΑΡΝΕΙΑ

Según nos cuenta Heródoto (VII 206; VIII 72.), las Carneas las celebraban los espartanos, pero también otros pueblos dorios del Peloponeso, en honor de Apolo Karneios, de quien los mitos etiológicos son numerosísimos y con muchos matices (por eso los veremos en otro post). La única diferencia entre estos pueblos consistía, según el historiador, en la inusual seriedad con que los espartanos cumplían sus deberes religiosos. También Tucídides señala las Carneas como una fiesta importantísima para los lacedemonios, durante la cual existía la prohibición de emprender guerras (V 54; 75-76, 1) Tucídides aporta, además, dos informaciones nuevas: el mismo mes Carneo era considerado sagrado e imponía abstenerse de las guerras; la sacralidad del mes no era observada solo por los espartanos, sino por todos los dorios. Este mes se definía como ἱερομηνία Δωριεῦσι.

En el ritual de las Carneas había elementos ligados a la guerra: según Demetrio de Scepsis, eran una reproducción de la vida militar (Ateneo IV 141e-f.):

Demetrio de Scepsis en el primer libro del Τρωικὸς διάκοσμος sostiene que entre los espartanos la fiesta de las Carneas constituye una representación de su disciplina militar. Hay nueve puntos de recogida llamados pérgolas (skiades), muy similares a las tiendas militares, y en cada una se encuentran para comer nueve hombres; todo viene impuesto por un heraldo según las órdenes; cada pérgola hospeda tres fratrías y los festejos para las Carneas duran nueve días.

El dios era representado, como se ve en la imagen, con cuernos de carnero y esta misma imagen del ariete, evidente tanto en la etimología del epíteto del dios y en la del nombre del adivino Crío (que aparece en uno de sus tantos mitos etiológicos) como en los yelmos criomorfos presentes hasta la edad arcaica en Laconia y relacionados casi con seguridad con el culto de Apolo Carneo, podría constituir un argumento que justificase la relación de las Carneas con la guerra. En algunos símiles de la Ilíada, además, al héroe se lo compara con un ariete, que se distingue del rebaño de ovejas y lo guía (Il. III 197-198; XIII 491-493).

Lo anterior introduce un aspecto evidente en el rito, pero de difícil individualización en los diferentes mitos: la iniciación. Práxila es la única fuente a partir de la cual es posible proceder en este sentido. En el pasaje sacado del escolio V 83a a Teócrito, Karnos es definido como ἐρώμενος de Apolo; esta situación delinea un vínculo ἐραστής - ἐρώμενος, en el que el amado es un joven que debe todavía entrar en la esfera de los adultos y de los guerreros.

Πράξιλλα μὲν ἀπὸ Κάρνου φησὶν ὠνομάσθαι τοῦ Διὸς καὶ Εὐρώπης ὑιοῦ, ὃς ἦν ἐρώμενος τοῦ Ἀπόλλωνος

Práxila dice que se llama así por Karnos, hijo de Zeus y Europa, que era ἐρώμενος de Apolo

Pausanias (III 13, 5, 1-3) refiere la misma información con alguna diferencia:

Πραξίλλῃ μὲν δὴ πεποιημένα ἐστὶν ὡς Εὐρώπης εἴη καὶ <Διος > Κάρνειος καὶ αὐτόν ἀνεθρέψατο Ἀπόλλων καί Λητώ

La poetisa Práxila presenta a Karneios como hijo de Europa (y de Zeus), y a Apolo y Latona como los que lo criaron

En la sociedad griega, ser el erómenos de alguien implicaba inevitablemente también un aspecto educativo, de la misma forma que ser criado por alguien. Las dos noticias por tanto podrían expresar de forma distinta el mismo concepto (Jenofonte, Lak. Pol. II 12-14; Plutarco, Lyk. 17, 1; 18, 8-9; Eliano, Var. Hist. III 10, 12)

De todas formas, en el pasaje de Ateneo, debe tenerse en cuenta cierta información, que no está presente en ninguna otra fuente. Como hemos visto, en él Demetrio afirma que la fiesta es una imitación de la educación/disciplina militar. Parece oportuno señalar, al respecto, que Demetrio define a los que participan en el banquete ritual como ἄνδρες, que no son los que participan en la staphylodromia, llamados νέοι, ni otros que pudieran estar relacionados con la ἀγωγή espartana. Teniendo esto en cuenta, el rito no parece presentar características iniciáticas, al menos no de forma explícita. Estos ἄνδρες parecen, en cambio, representar el cuerpo cívico espartano, o bien a los ciudadanos de pleno derecho, que tienen más de treinta años y disfrutan de plenos derechos políticos.

Staphylodromia

La staphylodromia puede ser considerada uno de los principales ritos de las Carneas. La etimología del nombre indica una relación con una carrera y con la uva _ y, quizá, con la vendimia_ puesto que el término δρόμος significa carrera o lugar en que esta se realiza, mientras el término σταφυλή significa uva, racimo. Las únicas fuentes literarias a nuestra disposición son las glosas de Hesiquio y las Anecdota Bekker. Según Hesiquio, los staphylodromoi formaban parte de los Karneatai, algunos jóvenes célibes elegidos por sorteo para prestar servicio a Apolo Carneo:

Staphylodromoi: algunos de los Karneatai, que animan a los vendimiadores. (σταφυλοδρόμοι: τινες τῶν Καρνεατῶν, παρορμῶντες τοὺς ἐπὶ τρύγῃ)

Karneatai: los célibes, elegidos por sorteo para la liturgia del Carneo. Cinco de cada … servían durante cuatro años.

_Καρνεᾶται: οἱ ἄγαμοι, κεκληρωμὲνοι δὲ ἐπὶ [τὴν] τοῦ Καρνείου λειτουργίαν. πέντε δὲ ἀφ' ἑκάστης ... ἐπὶ τετραετίαν ἐλειτούργουν

Staphylodromoi: durante la fiesta de las Carneas uno, envuelto con vendas, corre augurando prosperidad a la ciudad, mientras algunos jóvenes, llamados staphylodromoi, lo siguen. Y si lo alcanzan, se esperan cosas buenas para la propia ciudad; si no lo alcanzan, se espera lo contrario. Anecd. I 305.

_Σταφυλοδρόμοι: κατὰ τὴν τῶν Καρνείων ἑορτὴν στέμματά τις περιθέμενος τρέχει, ἐπευχόμενός τι τῇ πόλει χρηστόν, ἐπιδιώκουσι δὲ αὐτὸν νέοι, σταφυλοδρόμοι καλούμενοι. καὶ ἐὰν μὲν καταλάβωσιν αὐτόν, ἀγαθόν τι προσδοκῶσι κατὰ τὰ ἐπιχώρια τῇ πόλει· εἰ δὲ μή, τοὐναντίον

Los Karneatai formaban parte de aquellos jóvenes que todavía no gozaban de plenos derechos políticos y que no habían alcanzado la edad de treinta años, es decir, la edad a partir de la cual el celibato era objeto de sanciones. La glosa de los Anecdota Bekker parece confirmarlo por cuanto los define néoi: en Esparta, los jóvenes entre veinte y treinta años, que se encontraban en la situación descrita, eran llamados néoi. Habitualmente, la laguna de la glosa Karneatai viene integrada con φυλῆς: se elegían, pues, cinco célibes por cada una de las tribus de Esparta. No se debe pensar que la liturgia de estos Karneatai consistiera en sufragar los costos de la fiesta, como en Atenas. Parece más verosímil que se resolviera prestando servicio para el culto del dios, organizando la fiesta y desarrollando los rituales prescritos. La carrera debía estar estructurada de manera que se concediera al fugitivo pocas ocasiones de escapar a los staphylodromoi. Finalmente, parece probable que la carrera tuviese lugar en la zona del Dromos, donde se encontraba el santuario de Karneios Dromaios y donde habitualmente los jóvenes se entrenaban, y no en el ágora, donde tenía su sede el santuario del Karneios Oiketas citado por Plutarco.

Sacrificios y otros ritos

Quien decretó que en Esparta y en Argos

y en la divina Pilostomaran morada

los valerosos hijos de Heracles y de Egimio.

Pero proclama que viene de Esparta

la gloria que me es querida;

de allí descendientes los Egidas, mis padres,

llegaron a Tera por querer los dioses,

pero los guiaba un destino;

de allí tomamos el rito del banquete

solidario, opulento de víctimas,

y en el convite en tu honor,

Apolo Carneo, veneramos

la bien construida ciudad de Cirene

(Píndaro, Pit. V vv. 69-81)

De la Pítica 5 de Píndaro, nos interesan los versos 77-81, donde se habla del banquete rico de víctimas en el convite por Apolo Carneo, con el que se intenta honrar a la ciudad de Cirene. Píndaro testimonia la centralidad de las Carneas en la vida política, social y religiosa de Cirene, fundación de una colonia de Esparta, Tera.

Plutarco (Dión 23, 3-24, 1) describe una celebración de las Carneas ocurrida el 9 de agosto del 357 a.C en la isla de Zacinto y que parece presentar analogías con las celebradas en Esparta:

Era pleno verano y los vientos etesios dominaban el mar; la luna estaba en su plenitud. Dión preparó un sacrificio suntuoso en honor de Apolo y avanzó en procesión hacia el templo con los soldados ornados con panoplias; después del sacrificio, los hizo acomodarse en el estadio de los de Zacinto y les ofreció un banquete; estos admiraban el esplendor (un esplendor que iba más allá de una riqueza privada) de las mesas y de las copas de oro y plata y razonaban así: un hombre de edad avanzada y amo de tanta riqueza no se dispondría a empresas arriesgadas sin una mera esperanza y amigos que le prestaran los medios más amplios y potentes. Después de las libaciones y las plegarias del rito, se verificó un eclipse de luna (se verificó el 9 agosto del 357.). Para Dión no se trataba de un evento sorprendente porque conocía la periodicidad de los eclipses y sabía que la sombra, que se proyecta sobre la luna, es causada por la tierra que se pone como obstáculo frente al sol.

Respecto a los agones musicales hay muchas lagunas, no se sabe con seguridad la cantidad o el tipo de concursos, ni en qué consistían ni los premios que se otorgaban a los vencedores. Mucho de lo que se sabe al respecto gira en torno a la figura del poeta lesbio Terpandro. Las fuentes proponen tres diferentes dataciones: -contemporáneo de Licurgo (776 a.C.); -vencedor de las primeras Carneas en el 676 a.C.; -situado temporalmente en el 644 a.C. El dato cierto, sin embargo, según las fuentes provenientes del s. V a.C. y posteriores, es el estrecho vínculo existente entre el poeta y las Carneas.

Ateneo, Deipnosofistas XIV 635E, dice:

τὰ Κάρνεια πρῶτος πάντων Τέρπανδρος νικᾷ, ὡς Ἑλλάνικος ἱστορεῖ ἔν τε τοῖς ἐμμέτροις Καρνεονίκαις κἀν τοῖς καταλογάδην. ἐγένετο δὲ ἡ θέσις τῶν Καρνείων κατὰ τὴν ἕκτην καὶ εἰκοστὴν ὀλυμπιάδα, ὡς Σωσίβιός φησιν ἐν τῷ περὶ Χρόνων. Ἱερώνυμος δ΄ ἐν τῷ περὶ Κιθαρῳδῶν, ὅπερ ἐστὶ πέμπτον περὶ Ποιητῶν, κατὰ Λυκοῦργον τὸν νομοθέτην τὸν Τέρπανδρόν φησι γενέσθαι, ὃς ὑπὸ πάντων συμφώνως ἱστορεῖται μετὰ Ἰφίτου τοῦ Ἠλείου τὴν πρώτην ἀριθμηθεῖσαν τῶν Ὀλυμπίων θέσιν διαθεῖναι.

Terpandro, el primero entre todos, venció en las Carneas, como cuenta Helánico en Los vencedores de las Carneas en verso y en prosa. La institución de las Carneas tuvo lugar en la vigésimo sexta Olimpiada, como dice Sosibio en el libro Sobre la cronología. Jerónimo, en el libro Sobre los citaristas, que es el quinto de la obra Sobre los poetas, dice que Terpandro venció en tiempos del legislador Licurgo, que todos están de acuerdo en decir que dispuso la primera institución numerada de las Olimpiadas junto a Ífito de Elis.

No hay, en cambio, ninguna certeza sobre la existencia de competiciones atléticas.

Por otra parte, la cuestión de cuándo se celebraban plantea dos problemas: la posición del mes Carneo en el calendario de las ciudades dóricas y el período del mes en que se celebraban las Carneas. El carácter y el ámbito dórico del mes están atestiguados en fuentes literarias y epigráficas. Pero no se puede hacer una correspondencia fija con un mes preciso en todas las localidades en las que está atestiguado; según las fuentes, se puede, en todo caso, señalar un período amplio que va de finales de verano al inicio del otoño.

El mes Carneo

Como se ha dicho, está atestiguado solo en el ámbito dórico: en Laconia (IG V 1, 931, ll. 37-38, s. II a.C.), Epidauro (IG IV2 1, 103, ll. 2-3, 56, 77, 93, 153, s. IV a.C), Argos (P. Charneux, Inscriptions d‟Argos, «BCH» 82, 1958, pp. 1-15; II B, pp. 7-13, s. III a.C), Bouthrotos (P. Cabanes, Corpus des inscriptions grecques d‟Illyrie méridionale et d’Épire, 2.2. Inscriptions de Bouthrotos, Athènes 2007), Rodas, Nisyros (IG XII 3, 91, l. 10, circa 200 a.C.), Cos (M. Segre, Iscrizioni di Cos, Roma 1993, ED 145, l. 72; 154, l. 2; 174, l. 1; 216, ll. 6-7, 10) y Kálimnos (M. Segre, Tituli Calymnii, «ASAA» 22-23 (1944-45) [1952], pp. 1-248), Creta (IC IV, 172, l. 21), Tauromenio (IG XIV 425 III, l. 49. Época romana), Phintias (IG XIV 256, l. 5, s. I a.C), Akragas (IG XIV 952, l. 8. s. III a.C.)

El mes Carneo estaba presente también en el calendario de Bizancio (Corpus glossariorum latinorum, vol. VI, 1899: Byzantinorum lingua November mensis dicitur). Si se parte de la premisa obvia de que las Carneas se celebraban en el mes Carneo, Heródoto, en la narración de la batalla de Maratón y la de las Termópilas, ofrece algunas indicaciones útiles para intentar la colocación del mes en el calendario espartano. Cuenta que los espartanos no participaron en la batalla de Maratón porque debían atender el plenilunio; después no enviaron a todo el ejército con Leónidas a las Termópilas porque se estaban celebrando las Carneas, que ese año coincidían con las Olimpiadas.

Anunció a los espartanos cuanto les había sido ordenado y decidieron ayudar a los atenienses, pero les era imposible hacerlo enseguida no queriendo transgredir la ley: era, en efecto, el noveno día del inicio del mes y dijeron que no iban a partir no siendo todavía el plenilunio. Heródoto VI 106, 3.

Los espartanos habían enviado primero a Leónidas y los suyos, para que los otros aliados, al verlos, descendieran al campo y no se pasaran también ellos al bando de los Medos, al darse cuenta de que los espartanos se hacían esperar; después (en aquel período, en efecto, estaban imposibilitados por las fiestas Carneas) pretendían, celebradas las fiestas y dejada una guarnición en Esparta, acudir rápidamente con todas sus fuerzas. También los demás aliados pensaban hacer otro tanto: en efecto, coincidían con este acontecimiento los juegos olímpicos; por eso, no creyendo que la guerra en las Termópilas se decidiría tan rápidamente, habían enviado solo algunas vanguardias. Heródoto VII 206.

Tucídides menciona el mes Carneo en relación a una expedición de los espartanos y sus aliados contra Leuctra en el verano del 419/418 a.C. La expedición se interrumpió por los malos auspicios revelados por los sacrificios y por la inminencia del mes Carneo, que exigía la tregua de las armas para los espartanos. El pasaje atestigua la existencia del mes y el vínculo de la tregua de las armas también para Argos y para algunos aliados de Epidauro:

En aquel mismo período también los lacedemonios hicieron una expedición en masa contra Leuctra […] Los guiaba el rey Agis de Arquidamo. Nadie sabía dónde querían hacer la expedición, ni siquiera las ciudades de las que habían sido enviadas tropas. Pero porque en sus sacrificios para el paso de la frontera los auspicios no resultaron propicios, se retiraron a casa y anunciaron a los aliados que se prepararan para la expedición después del siguiente mes (era el mes Carneo, mes sagrado para los Dorios). Los Argivos, que habían salido el cuarto último día antes del final del mes anterior al Carneo, imaginando todo el tiempo estar todavía en ese día, invadieron el territorio de Epidauro y lo saquearon. Los de Epidauro llamaron a sus aliados, pero algunos de ellos tomaron como pretexto el mes sagrado, los otros, aunque llegaron a la frontera del territorio de Epidauro, se detuvieron. Tucídides V 54.

Tucídides nombra el mes Carneo en pasajes sucesivos, cuando el rey Plistoanacte corre en ayuda del otro rey, Agis, durante la batalla de Mantinea (418 a.C.). Pero la batalla ya había concluido victoriosamente, por eso Plistoanacte llevó de vuelta a Esparta al ejército para festejar las Carneas, puesto que era el mes Carneo.

[1] Cuando estaba por suceder la batalla también Plistoanacte, el otro rey, llegó en ayuda con los más ancianos y los más jóvenes y llegó hasta Tegea; pero, oída la noticia de la victoria, se retiró. [2] A los aliados que venían de Corinto y de fuera del Istmo los mandaron retroceder los mensajeros enviados por los lacedemonios, los cuales, retirados y despedidos los aliados, celebraron la fiesta, ya que era el mes Carneo. [3]…. [4] El día anterior a esta batalla, sucedió que también los de Epidauro con todas sus fuerzas invadieron el territorio de Argos, pensando que la encontrarían indefensa, y mataron gran número de aquellos que habían sido dejados de guardia cuando los otros habían partido. [5] Pero, puesto que después de la batalla tres mil hoplitas Eleos corrieron en ayuda de los mantineos, y mil atenienses además de los primeros, todos estos aliados hicieron una expedición contra Epidauro mientras los lacedemonios celebraban las Carneas y, dividiéndose el trabajo, rodearon la ciudad. [6] … Y el verano terminaba. Tucídides V 75.

En el capítulo siguiente, las Carneas aparecen por última vez en la obra de Tucídides. Se trata en este caso de la vuelta a las hostilidades después de la celebración de las Carneas en el mismo año de la campaña de Mantinea.

Inmediatamente al inicio del invierno siguiente, los lacedemonios, después de haber celebrado las fiestas Carneas, hicieron una expedición y, llegados a Tegea, mandaron a Argos propuestas de acuerdo. Tucídides V 76, 1.

Cuando indica el día en que Nicias es capturado por los siracusanos, Plutarco nos ofrece una información todavía más precisa: el mes Carneo corresponde al Metagitnión de Atenas.

El día era el vigésimo sexto del mes Carneo, que los atenienses llaman Metagitnión. Plutarco, Nicias 28, 2

Los datos evidencian una discordancia en la colocación del mes Carneo en los calendarios de las ciudades griegas: Plutarco lo hace coincidir con el Metagitnión ateniense (agosto-septiembre), mientras que Tucídides (V 76) parece colocarlo al inicio del invierno. La batalla de Maratón tuvo lugar en el mes de Boedromión (septiembre-octubre), el día después al plenilunio en que, según el pasaje de Heródoto, se habrían debido acabar las Carneas. También la fecha de la batalla de las Termópilas, y por tanto de las Carneas, que impidieron el envío de todo el ejército, es objeto de discusión entre algunos estudiosos: algunos aceptan la cronología propuesta por G. Busolt, que data el evento hacia finales de agosto o al inicio de septiembre; otros, en cambio, siguen la tesis de J. Beloch, que coloca los acontecimientos entre finales de julio y los primeros días de agosto.

Las Carneas eran efectivamente una fiesta particularmente difundida y famosa, que tenía una colocación bien definida en el transcurso del año: en uno de los pasajes de Tucídides, el período de las Carneas en que había de ser observada la tregua parece ser el mismo para los espartanos, los argivos y los aliados de Epidauro. Por tanto, es posible que sea correcta la tesis de Trümpy de que el Carneo estuviese situado en un arco de tiempo que iría de finales de verano a inicios de otoño (C. Trümpy, Untersuchungen zu den altgriechischen Monatsnamen und Monatsfolgen, Heidelberg 1997; pp 129-130) Esta colocación no excesivamente rígida del mes permitiría explicar las ligeras diferencias de su posición de un calendario a otro sin forzar los datos ofrecidos por las fuentes. Esto, además, explicaría los elementos que parecen vincular una parte del rito de las Carneas con la vendimia: las fuentes atestiguan la existencia de los staphylodromoi entre los Karneatai (Como hemos visto en Hesiquio: σταφυλοδρόμοι: τινες τῶν Καρνεατῶν, παρορμῶντες τοὺς ἐπὶ τρύγῃ).

El período de las Carneas

Ya hemos visto dos testimonios, pertenecientes al siglo V a.C., en los que se refiere que el desarrollo de las Carneas en Esparta coincidía con el plenilunio. Respecto a si por sí mismo el plenilunio comportaba un obstáculo para el envío de una expedición militar, es probable que la decisión de los espartanos se viese condicionada por la coincidencia de la luna llena con un acontecimiento religioso significativo. Las Carneas no se nombran explícitamente, pero, si en otros pasajes se especifica que esta festividad impide a los espartanos participar en eventos bélicos, se puede suponer que el párrafo citado se pueda referir a una noche de luna llena en el transcurso de las Carneas (Heródoto VII 206; VIII 72. Tucídides V 54; 75-76, 1)

En el Alcestis 445-454, Eurípides proclama que la gloria de la esposa de Admeto será celebrada en Esparta durante el mes Carneo, cuando la noche será iluminada por la luna llena. Si como parece probable, el mes Carneo es una metonimia para indicar la fiesta que se desarrolla en este período, tenemos una segunda indicación del vínculo Carneas-plenilunio:

Con frecuencia los cantores celebran tu gloria,

en las cuerdas de la lira que viene de los montes,

o con himnos sin lira,

en Esparta, con el volver de las estaciones,

volverá el mes Carneo,

la luna alta en el cielo toda la noche,

y en la rica y espléndida Atenas.

Es bello el canto que has dejado

con la tu muerte a los poetas.

Ya hemos visto el párrafo de los Deipnosofistas de Ateneo en el que se dice que la fiesta de las Carneas duraba nueve días. Se supone que también en este caso la noticia se refiere a Esparta, aunque no explicita a qué período se refiere.

Una última indicación sobre el período en que se desarrollaba la fiesta la encontramos en Quaestiones convivales de Plutarco: en Cirene las Carneas se celebraban el séptimo día del mes.

Floro dijo que Carneade no era indigno de recuerdo en el día del nacimiento de Platón, ilustrísimo seguidor de la Academia: en efecto, ambos nacieron durante las fiestas de Apolo, el uno durante las Targelias en Atenas, el otro, celebrando los de Cirene las Carneas: las dos se celebran el séptimo día. Plutarco, Quaestiones convivales 717.D.

Los datos disponibles parecen formar un cuadro coherente del período de celebración (aunque siempre con reservas): empezaban el 7 del mes Carneo, duraban nueve días y concluían con el plenilunio, el 15 del mes Carneo.