diumenge, 5 de febrer del 2012

Primeros pasos


Primeros pasos de Margarite Gérad.

En la infancia hay un proceso continuo de aprendizaje: a comer, a andar, a hablar... Uno de los momentos importantes que marcan la madurez de los niños es cuando comienzan a dar sus primeros pasos. De hecho este logro se usa para marcar una de las etapas de la vida como vemos  en algunos manuscritos, por ejemplo en el Libro de las Propiedades de las cosas de Barthélemy L'Anglais (s. XV)  En él vemos un bebé en su cuna, un niño que un carrito de madera que camina, otro que corre con un caballito, un adolescente, un joven, un adulto y un anciano para representar las Siete edades de la vida.


Para dar los primeros pasos los niños griegos y romanos también utilizaban andadores y correpasillos, pues se trata de objetos de puericultura conocidos desde la antigüedad clásica según observamos en documentos escritos y gráficos que nos permiten recorrer el largo viaje del andador infantil desde el siglo IV a. C. hasta nuestros días.

Cronológicamente, el testimonio más antiguo que he localizado está datado entre los años 330 al 480 antes de Cristo en Atenas, se trata de un khous οῦς)  de las Antesterias de figuras rojas conservado en el Louvre siglos I-II d C. Los khoes όες) eran unos jarritos muy pequeños (11 cm de alto y 15 de diámetro), en los que se ofrecía vino a niños de más de tres años por primera vez en el día de las jarras en las fiestas de Dioniso llamadas Antesterias

En cuanto a las fuentes escritas es Sorano de Éfeso, médico en el siglo II que escribió un tratado sobre Ginecología, quien hablando de los cuidados de  los niños dice en libro II

Cuando el niño comienza a sentarse, hay que sostenerlo poniendo alrededor de él ropa (...), pero no por mucho tiempo al principio. Si hace más progresos, gatea y se mantiene de pie un poco, hay que colocarlo junto a una pared y dejarlo ahí, o  más tarde ponerlo en una silla con ruedas (πρὸς δίφρον ὑποτρόχον). De esta manera, avanzando poco a poco aprenderá a caminar. 



Hay más ejemplos que evidencian su naturaleza de objetos cotidianos, como vemos en esta figura de un niño con un andador de tres ruedas (siglo I-III d. C.) que se conserva en el Museo Británico.

Y también este fresco de la decoración mural de la Tumba de las pinturas en la Necrópolis de la Vía Portuense, actualmente en el Museo Nacional Romano de las Termas de Diocleciano en Roma. Está datado en el año 160 y representa claramente a un niño algo mayor con un andador. 


Muy semejante es el que vemos en el sarcófago del Museo Nacional Romano usado por un bebé en sus primeros pasos (siglo II d. C.).

Por otra parte también están atestiguados los taca taca con cuatro ruedas que se utilizan cuando los niños son muy pequeños y aún no tienen mucha estabilidad. Así se constata en este relieve de un sarcófago de Zagreb datado en la segunda mitad del siglo III (dibujo de A. Tihibaudeau del libro Vita privata de R. Amedick).


Los reencontramos ya en el s. XV, por ejemplo, el bello ejemplar del andador del Niño Jesús que aparece en uno de los manuscritos iluminados más apreciados del siglo  XV, Las Horas de Catalina de Cleves. Se encuentra en el Museo Morgan de Nueva York y en este enlace podemos ver algunas de sus ilustraciones.

Más tarde en el siglo XVI, el Bosco en su obra las Tentaciones de San Antonio representa a un demonio que camina con un andador de cuatro ruedas, a la derecha de San Antonio. También en 1577 Omnibonius Ferrarius en su De Arte Medica Infantium recomienda el uso de andadores para favorecer la movilidad de los niños. Nos ofrece una ilustración y aconseja que al principio del aprendizaje lleven un protector en la cabeza hecho con lino o piel y relleno de algodón para amortiguar los golpes o contusiones, es decir, una chichonera o  gorra de cop.



Si queréis ver más ejemplos hasta nuestros días, mirad en este enlace de la wikipedia 
La duda que se plantea ahora es y  ¿cómo se llamaban? Hemos encontrado varias posibilidades

1) PLOSTELLUM. La encontramos en el Diccionario de Autores  de Media y Baja latinidad, Du Cange et alii, 1833-87.

Plostellum: Miracula S. Joan. Beverlac. núm.5: Qui antea in motu suo effigiem repraesentaverat belluinam, in suae tamen erectionis initio vicinae pyramidis usus est appodiamento, ad modum pueri Plostello innixi, et humum pene signantis mento

Vox videtur deducta a plaustrum, ut recte conjectat Papebrochius, qui vehiculum interpretatur, cui axillarum tenus innixi pueri prohibentur a lapsu, dum interim illud corporis nixu protrudentes formare gressum discunt.

Nos da una cita de los Milagros de San Juan de Béverly en las Actas Sanctorum de Mayo del siglo  XVII de Daniele Papebrochio  (pág. 190 y 191) que sigue los escritos de un monje de Canterbury llamado Folcard s. XI (pág. 166)  en su obra La vida de San Juan de Beverly.

Por lo que la palabra plostellum, es  un carrito (diminutivo de plaustrum, carro) utilizado por los niños cuando aprenden a caminar, pues con el esfuerzo de su cuerpo lo van empujando y como apoyan las axilas en él no se pueden caer mientras dan los primeros pasos.

También hallamos  la misma acepción para la palabra plostellum en diccionarios de la RAE de 1822 y 1852, que consideran equivalente a infantium sedile rotabile, y que sería en castellano, carretón. 

No podemos olvidar que en diccionario de latín SPES en los dibujos dedicados a la infancia PUE(ritia) en la página 409 se le da este nombre, tal como vemos en la imagen.



2) Con posterioridad, en el siglo XIII se usa también el vocablo SUSTENTACULUM.

El testimonio lo vemos en un texto escrito en Alemania en el siglo XIII Vita Beatae Mariae Virginis et salvatoris rhythmica, en el que leemos que Jesús a los trece meses aprendió a andar y a mantenerse de pie sin usar el sustentaculum, lo que no era habitual en los niños que lo necesitaban hasta que sus piernas adquirían la fuerza suficiente. Sin embargo en las imágenes aparece representado usando un sustentaculum



Versos 2486-2490
Quante etatis fuerit puer Jesus cum cepit ambulare

Unius anni eum Jesum implesset iam etatem,
Atque mensem unicum post nativitatem,
Super pedes ipsius cepit ambulare
Sine sustentaculo et erectus stare.

Non per modum puerorum qui primo palpitando
Manibus et pedibus ac repunt cespitando,
Et ad terram corruunt sepe residentes, 
Ac cum sustentaculo se primo fulcientes,
Donec crura confortentur, ut queant per se stare,

Ipsi que sic consuescunt paulatim ambulare.
Non sic puer Jesus prinio discens palpitabat,
Sed statim per se surgens stans cucurrit, ambulabat.



En el taller de las Etapas de la vida, Aetatis Hominis, contamos con un sólido plostellum, que como veis en esta imagen, haría las delicias de cualquier infans ...








2 comentaris:

Apiciu ha dit...

Un buen articulo en el que se ve lo lento que es el avance del hombre.
Saludos

Amparo Moreno ha dit...

Lo lento y también lo cíclico del desarrollo del hombre, pues el andador del niño llega a ser el del anciano...
Saludos