diumenge, 25 d’octubre del 2009

El reloj cañón de mediodía

Se trata de un curioso artilugio que a finales del siglo XVIII construyó un ingeniero parisino, del que sólo nos ha llegado su nombre, Rousseau. Se trataba de una lupa adosada a un reloj de sol de modo que al llegar al mediodía el calor se concentraba, y producía el fuego necesario para encender la mecha de una bala de cañón que se disparaba puntual cuando el Sol culminaba su paso por el cenit.


Se instaló uno en los Jardines del Palais-Royal de Paris antes de la revolución. Los parisinos se regían por aquel cañonazo para poner en hora sus relojes y pronto constataron que había diferencias. Juzgaron que este desajuste se debía a que los relojes mecánicos eran defectuosos y no a que se trataba de la diferencia entre el mediodía verdadero, cuando el sol llega al punto más alto, y el mediodía de los relojes que es un momento convencional, creado por los hombres.

Prueba de ello es esta cancioncilla francesa:

Sur le coup de midi,

dans le jardin du Palais-Royal, à Paris:

'Dans ce jardin tout se rencontre

'Excepté l'ombrage des fleurs;

'Si l'on y dérègle ses moeurs,

'Du moins l'on y règle sa montre.'


Se cuenta que ese fue el cañón marcó el inicio de la Revolución Francesa pues el 12 de julio de 1789, en el momento en que ese cañón disparó, el revolucionario Camille Desmoulins se subió a una silla e hizo un llamamiento a las armas.

Podemos leer la recreación de ese momento escrito por Gerard Jean, aquí

Este reloj cañón reguló la vida de Paris durante mucho tiempo hasta que fué robado en 1999. En la actualidad el cañonazo del mediodía se sigue oyendo en algunos lugares como en el cerro de Santa Lucia en Santiago de Chile, o en la foratleza de San Carlos de la Cabaña en Cuba, aunque ahora no es el sol quien prende la mecha sino un artillero.

En torno al disparo del cañón se realiza toda una ceremonia con artilleros que vestidos a la usanza del ejército colonial español del siglo XVIII tras decir: Atención al astro rey! proceden al disparo a las diez de la mañana, las tres de la tarde y las nueve de la noche. Este último disparo del cañonazo se debe a que era la manera de informar a los cubanos del cierre de la rada de la bahía y de las puertas de la ciudad.





dilluns, 19 d’octubre del 2009

Las Constelaciones I: El camino de la Luna


Si, en algún momento de su eterna vida, nuestro padre, Atlas, hubiese podido levantar la vista hacia la bóveda celeste que, con tanto ahínco, sostenía, quizás hubiese creído que volvía a ser objeto de una pesada broma de Zeus.

Helios, que todo lo sabe, porque está en todas partes y todo lo ve, nos lo explicó a mis hermanas y a mí misma. ¡Pobre Atlas! ¡Toda la eternidad sosteniendo la bóveda celeste y sin poder contemplar sus maravillas!

Fue en la cultura mesopotámica donde empezó a gestarse ese anhelo por «interpretar» lo que desde la tierra se veía en el cielo, parece que por cuestiones tan prácticas como orientarse en el mar o en el desierto, sacar mayor provecho del campo, servir de guía para la confección de los calendarios, controlar la sucesión de las estaciones… Así, durante el período asirio (883-612 aC. aprox.) se redactaron las famosas tablillas Mul-Apin («estrella arado», constelación equivalente a nuestro Triángulo, con la que empiezan estas tabillas) y que incluyen, entre otras cosas:



1- Un catálogo de 33 estrellas, donde se incluyen asterismos, constelaciones y planetas.

2- Fechas de salidas helíacas.

3- Pares de constelaciones (la que sale y la que se pone)

4- Intervalos de tiempo entre salidas helíacas.

5- Pares de constelaciones que se hallan al mismo tiempo en el cénit y en el horizonte.

6- El Camino de la Luna (el zodíaco)

7- Planetas y sus ciclos.

Correspondientes a este período, se han hallado también calendarios estelares y astrolabios (mapas de estrellas) referidos a las constelaciones Mul-Apin. Destaca el planisferio encontrado en la capital asiria, Nínive, de la época del reinado de Asurbanipal (668-626 aC), aunque hay evidencias de que algunos calendarios estelares podrían remontarse al 2000 aC.


El Camino de la Luna


Trazaron la línea imaginaria que, anualmente, llevan a cabo la Luna y el carro de Helios en su recorrido por la bóveda celeste (la eclíptica), y le dieron el nombre de El Camino de la Luna; la dividieron en 12 partes, correspondientes a los 12 meses lunares de un año solar, y asignaron a cada parte 30 de esa eclíptica. En cada una de esas 12 partes quedaron «encerradas» una serie de estrellas que, agrupadas de forma subjetiva y ficticia, pasaron a la categoría de constelación, recibieron un nombre e, incluso, fueron identificadas con personajes de la mitología y sus leyendas. Hasta esa época se remontan constelaciones como la de Escorpio, Tauro, Leo, Sagitario, Capricornio o Acuario. El Camino de la Luna en la época asiria constaba de 17 ó 18 constelaciones, reducidas más tarde (durante el reinado de Nabucodonosor II, 604-562 aC) a 12 por los babilonios al asignar una constelación a cada mes (aunque hasta época muy tardía, probablemente inicios de I milenio d.C., siguieron usándose en Mesopotamia las otras constelaciones de El Camino de la Luna. Esa situación sigue provocando un problema a los arqueoastrónomos a la hora de proponer una fecha para la creación del zodíaco y se ha interpretado como una separación en el uso de los signos del zodíaco y las constelaciones propiamente dichas).


Son las siguientes:


Mes y signo zodiacal

Traducción

Constelación actual

Nisannu (Luhunga)

El Aparcero, Jornalero

Aries

Ajaru (Gudanna)


Tauro y las Pléyades

Simanu

El Pastor Celeste y los Gemelos

Orión y Géminis

Du’uzu / Tamuzu (Allul)

El Cangrejo

Cáncer

Abu (Urgula)

El León

Leo

Ululu (Absin)

La Espiga

Virgo

Tashritu (Zibanitum)

La Balanza

Libra

Arashamna (Girtab)

El Escorpión

Escorpio

Kislimu / Kissilimu (Pabilsag)


Sagitario

Tabetu (Suhurmash)

La Cabra-Pez

Capricornio

Shabatu (Ea)

El Grande

Acuario

Addaru (Iku)

El Campo y las Colas de pez

Parte de Piscis


Todavía, en el siglo V aC, se produjeron pequeñas modificaciones, después de lo cual se introdujo en Grecia y llegó hasta nuestros días. Esas modificaciones hacen desaparecer al Pastor Celeste (Orión) y al Campo. Así aparece la astrología tal y como la conocemos en la actualidad: el primer horóscopo personalizado, hecho sobre las constelaciones babilonias, se remonta al 405 aC.

Como la mayoría de las constelaciones representan animales, los griegos dieron a este «cinturón» imaginario el nombre de zodiakos (contracción de zodion, diminutivo de zoon, y kyklos: círculo de los animalitos), cambiaron el nombre de algunas de ellas y les asociaron sus propios mitos.

webgrafia:

imágenes por orden de aparición:

http://terraantiqvae.blogia.com/upload/Atlasweb.jpg

http://1h4.ggpht.com/.../npwN1zuzaLc/s400/003jpg

http://www.cienciakanija.com/wp-content/uploads/3156..

http://www.nueva-acropolis.es/.../ecliptica.jpg

Textos:

http://www.astrosurf.com/aagc/gt_historia_constelaciones/AAGC%20-%20mitomesop.htm

http://www.tayabeixo.org/que_obs/precesion.htm

http://www.geocities.com/astrologyzodiacs/lunarzodiac.htm